Esta fiesta patronal inicia con su novenario el día último del mes de agosto, con la aportación de los feligreses de todo el municipio, quienes participan con respeto y devoción, en cada una de las procesiones que hacen su recorrido desde puntos estratégicos, hasta llegar al interior del Templo, donde son recibidos por el párroco que encabeza estas actividades religiosas en honor a la venerada imagen.
Y por fin, las festividades entran en su pleno esplendor cuando se llega el mero día, que es el día ocho de septiembre, con el inicio de las tradicionales mañanitas, para posteriormente llevar a cabo la Concelebración de la Santa Misa, donde participan varios sacerdotes y ya por la tarde, varía el programa, donde puede presentarse una charreada o charlotada, en las instalaciones del Lienzo Charro local. En la noche, la fidelidad a la virgen culmina con la última de las misas del día y después, la quema del tradicional castillo y los fuegos artificiales que destellan miles de luces de colores formando tornadizas figuras alusivas a estos festejos.
Aparte del calendario religioso, existen otras festividades que cada año se realizan en este pintoresco pueblecito y que son las fiestas patrias que se celebran el 15 del mes septembrino en la comunidad, donde se lleva a cabo la coronación de la Reina, con el tradicional baile y el 16 de septiembre, cerrar con el tradicional desfile en honor a nuestros héroes patrios, donde participan todos los chiquitines, adolescentes y jóvenes, que estudian en las escuelas de diferentes niveles educativos de este pueblo que se encuentra enclavado en la Región Norte de Jalisco.
Para muchos originarios de Santa María de los Ángeles, esta cotidiana fiesta patronal que iniciaron años atrás nuestros ancestros, representan una gran oportunidad de contar con un espacio para la unión familiar y convivencia entre los habitantes del lugar y los hijos ausentes que no olvidan sus orígenes y la tierra que los vio nacer.
Y como dice Sarita Herrera Covarrubias en su libro de poemas, titulado: “Una Inspiración de Amor,” que “La fiesta de mi pueblo es muy sencilla, pero está prendada de inmensa alegría, sabemos de cierto, que en el cielo hay fiesta, en el mismo día que Santa María está glorificando a la Virgen María.”
Y luego remata en otro de sus párrafos, donde manifiesta que “Al romper el alba, el pueblo despierta al toque sonoro que dan las campanas y unidas al grupo que organiza el cielo, con gran armonía estamos cantando a la Virgen María.”
Herrera Covarrubias supo plasmar en su libro que presentó en vida, la esencia de la vida de un pueblo que por años estuvo bajo el olvido y la marginación entre el resto de los municipios de la entidad; pero que por desgracia, no quiere o no puede despertar del letargo en que se encuentra.
Este es el momento preciso para visitar a la población más pequeña de la Zona Norte de Jalisco, donde se puede disfrutar de sus riquezas naturales y edificios construidos en la época colonial, como el Acueducto Los Arcos, la Presa de Tenasco de Arriba y la Presa Vieja, entre otros lugares.
De acuerdo a su historia, investigada por el historiador Francisco Muro Márquez, originario de esta población (fallecido el 29 de mayo de 1979), la edificación de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, se inició en el año de 1735 y terminó su construcción en el año de 1751. El 5 de febrero de 1772, se bendijo el Sagrario de este templo y se celebró la primer misa que estuvo a cargo del presbítero y bachiller, Miguel Gómez.
Su primer párroco fue nombrado el 14 de julio de 1925 y le tocó la responsabilidad a Francisco Acosta Mijares, nombrado por el VI Obispo de Zacatecas, Ignacio Plascencia y Moreira. En la actualidad, la parroquia está bajo la responsabilidad del sacerdote Gilberto Salas del Villar, que por razones de salud, es apoyado por el presbítero Pedro López Sarabia, de quien se dice, será el nuevo titular de la parroquia de nuestra Señora de los Ángeles. ¡¡FELICIDADES PAISANOS!!
Fotos: Chabelo Olague E.
