Una vez que se “ungió” al probable sucesor presidencial, llegaron como cascada en las diferentes redes sociales, los parabienes, los halagos y las lambisconerías, de parte de funcionarios, priistas y arrastrados, respectivamente, quienes por cierto, ya se “soban las manos” para la hora en que llegue el reparto de las rebanadas del pastel presidencial y así garantizar, el futuro político y económico de quienes están acostumbrados a vivir del erario público y a costillas del pueblo mexicano.
Para la cúpula priista, no fue impedimento, ni obstáculo alguno, que el ahora ex –Secretario de Hacienda, se registre para contender en las próximas elecciones y sea electo como candidato del PRI, aun sin ser militante de este partido, pese a que hace tiempo estaba prohibido, pero como esta “elección democrática” ya se estaba cocinando tiempo atrás, en el mes de agosto pasado, se cambiaron los estatutos para poder maniobrar libremente y sin contratiempos el próximo 18 de febrero, a través de la Convención priista, Meade se convertirá en el aspirante oficial de este partido político a la presidencia de México.
Las redes sociales y en muchos medios de comunicación las críticas hacia este destape, no se hicieron esperar por la forma tan arcaica de elegir a un candidato presidencial y en donde vuelve a aparecer el dedazo y la cargada, aunque la mayoría de los mexicanos creíamos que estos antidemocráticos procedimientos de elegir, ya eran cosa del pasado dentro de nuestra malograda política.
Este destape, desde luego, obliga al resto de los partidos políticos a cambiar las estrategias en las próximas campañas y a manera muy personal, el eterno candidato, líder del Partido MORENA, Andrés Manuel López Obrador no la tiene tan fácil en la competencia electoral, porque ya tiene un rival difícil de vencer en el 2018, a pesar de llevar la delantera en las presentes encuestas.
Sin embargo, el PRI tampoco tiene todo a su favor, aunque su candidato tenga dos carreras y un doctorado, para él, es muy difícil sacudirse la mancha negra de la corrupción que impera en la presente administración, un gobierno corrupto y solapador de ex-gobernadores y funcionarios deshonestos que se han enriquecido en forma ilícita con el dinero del pueblo mexicano.
Lo que si se ha reconocido del actual presidente de México, es la habilidad y astucia para seleccionar a su mejor hombre que se convertirá en su sucesor y una vez que gane las elecciones del próximo año, pueda continuar con las reformas y proyectos nacionales que se han implementado dentro del actual sexenio gubernamental.
Con este paso que ha dado el tricolor, el llamado Frente Ciudadano por México encabezado por el PAN, PRD y el MC (y que para muchos, está a punto del quiebre), tiene que demostrar a los ciudadanos mexicanos de que está hecho y que en verdad cuenta con la fuerza suficiente para evitar que el PRI llegue de nuevo al poder y que no se repita el actual régimen.
José Antonio Meade Kuribreña nació el 27 de febrero de 1968, por lo que en ese día cumplirá 49 años de edad, está casado desde hace 23 años, con Juana Cuevas, cuyo matrimonio procrearon a tres hijos: Dionisio, José Ángel y Magdalena. Su esposa es economista, pintora y madre de familia y el aspirante priista, ha sido Secretario de Estado por cinco veces en dos administraciones, es Economista por el ITAM y Abogado por la UNAM; tiene un Doctorado en Yale en Finanzas Públicas y Economía Internacional, por lo que además cuenta con el apoyo de empresarios, funcionarios y políticos, entre otros, para esta contienda electoral.
