Ante estos relevantes resultados electorales, se vino el debacle del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismo que en este 2018 y a sus 89 años de historia, registró la peor crisis por su baja votación, misma que lo orilla y lo empuja hasta el tercer lugar de las preferencias electorales. Parece ser que la historia se repite en este partido político, ya que en el 2006, aparte de perder la presidencia de México con Roberto Madrazo Pintado, también se le esfumaron de las manos el Congreso, convirtiéndose con estas derrotas en la tercera fuerza.

Aquí, ante estos resultados, no le quedó otra al Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, reconocer el triunfo electoral y la enorme participación ciudadana en esta copiosa votación, donde destacó que “hubo una jornada electoral ejemplar, masiva y con alta participación de los mexicanos”.

Ante esta relevante elección electoral que hizo historia en el pueblo mexicano, aparte de mandar a la tercera posición al tricolor, existen otros partidos políticos que participaron en esta jornada electoral, como el PRD, PVEM PANAL, PTS y PES, donde existe la posibilidad de que en 27 entidades del país, pierdan su registro y presupuesto, ante los nulos resultados que obtuvieron en las reciente elecciones. 

Andrés Manuel López al agradecer a todos los que votaron por él, dijo en su discurso que pronunció por la noche del domingo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde llamó a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner por encima los intereses personales por legítimos que sean, el interés general, El nuevo proyecto de nación, buscará establecer una auténtica democracia, “no apostamos a construir una dictadura abierta, ni encubierta, resaltó el futuro primer mandatario de la nación.”

En Jalisco, con el triunfo electoral del aspirante a la gubernatura de la entidad, Enrique Alfaro Ramírez, el Partido Movimiento Ciudadano (MC), se ha convertido en la principal fuerza política de la entidad, al conseguir la totalidad de los municipios que conforman el territorio jalisciense y la mayoría de las curules en el Congreso del Estado.

La derrota que se le propinó al PRI, se debe al hartazgo, a la soberbia y protagonismo de los políticos que aspiraban a ocupar un lugar en el gobierno federal, estatal y municipal, ya que no les cuesta nada el actuar con sensatez, humildad, sencillez y por qué no decirlo, con un discurso que siembre la confianza y la credibilidad del pueblo, ante las promesas que se hacen en cada una de las campañas electorales, fuera de las ofensas que dirigen a sus contrincantes.

 Además, los actos de corrupción e impunidad protagonizados por los funcionarios que han saqueado las finanzas de sus respectivas jurisdicciones seguirán influyendo para que exista un rechazo generalizado hacia quienes nos quieren representar en las diversas esferas políticas.

Con este voto de castigo emitido por los mexicanos en el reciente proceso electoral del primero de julio contra el partido tricolor y la élite de gobernantes corruptos, se demostró el descontento, el hartazgo de la población, por los beneficios de unos cuantos. Asimismo, es palpable la irritación general por el solo hecho de tener un país desquebrajado, golpeado por la economía, la inseguridad y la violencia que prevalece en la mayoría de las entidades del territorio mexicano.

De igual manera, en este proceso electoral, en muchos municipios de Jalisco, se manifestó la voluntad de los votantes que eligieron a sus gobernantes locales y donde el PRI también perdió terreno por diversas causas como son: la existencia de cacicazgos que se encargan de imponer alcaldes municipales afines a los caprichos personales y que les deja gran beneficio a una sola persona que lleva el control político de la localidad. 

Es por eso, que ante este resultado, muchos de los señores que derrocharon grandes cantidades de dinero, que “echaron la casa por la ventana,” al regalar tinacos, sacos de cemento y otros artículos más, no pudieron disimular su enojo porque los ciudadanos en esta ocasión, ya no votaron por los candidatos títeres y manipulados por un solo interés económico, político y social.

 Ahora, estos caciques tendrán la oportunidad y el tiempo suficiente para reflexionar y concluir que el voto no tiene precio y que la democracia y el sufragio del ciudadano, tampoco se pueden comprar, ya que ambos tienen que ser respetados, porque así es la voluntad de quienes votan en las urnas electorales. Sin embargo, nuestros políticos no quieren aceptar que el pueblo mexicano está dispuesto a vencer y erradicar estos grandes vicios que han dañado a la vulnerabilidad de los que vivimos en este país y a los que no pertenecemos a la élite de los privilegiados.