A dar lectura a la semblanza de los distinguidos personajes, el regidor Salvador de la Cruz Rodríguez, señaló que respecto a la vida de Ignacio L. Vallarta, quien nació el 25 agosto de 1830, fue “liberal puro” que debutó en la política a los 25 años de edad, fue abogado y compartió curul en las más notables esferas del país.

Fue Gobernador de Jalisco, impulsó programas y proyectos educativos y la reestructura en la administración, agregó el edil, quien dijo que también fue Ministro de Relaciones Exteriores y Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“Se convirtió en el artífice de la mejor y más correcta interpretación de la Carta Magna. Vallarta forma parte de esa constelación luminosa de liberales de la época, que aunque muere en el olvido, fue un notable orador, aquel centinela gigante de la justicia”.

Respecto a Gerardo Murillo el regidor mencionó que desde niño el Dr. Atl, como también se le conocía al pintor, abrazó el mundo de los lienzos y los pinceles. Nació en el barrio de San Juan de Dios, “y lleva su Jalisco natal tatuado en los sentidos caminantes y explorador incansable. Amó, sobre todas las cosas, la naturaleza y sus paisajes”.

A los 21 años ingresó a la academia de San Carlos, agregó el edil, quien señaló que Murillo fue rebelde, pero talentoso, y recibió una beca del entonces presidente Porfirio Díaz para estudiar en Europa.

“Estableció su taller en San Carlos. Siempre fue en contra de la corriente y exigió una oportunidad para sus jóvenes alumnos como Digo Rivera, José Clemente Orozco, Alfaro Siqueiros”.

En 1911 el pintor se marchó a París, donde se convirtió en activista y escritor, recibió la medalla “Belisario Domínguez” en 1956 y el Premio Nacional de Artes en 1958.

“Cada uno de ellos, en su momento, formaron parte de la historia y fueron cambios como en la actualidad estamos en un cambio de régimen, de tiempos y momentos, uno después de la Reforma y otro después de la Revolución”, concluyó el edil.