El decano de la medicina forense en la entidad, logró gran record de estancia en el Instituto de Ciencias Forenses Jalisco (IJCF), donde cumplió su gran responsabilidad en más de sesenta años de trayectoria y es que al año de recibir su título profesional de médico, el galeno ingresó al ejercicio de la medicina forense, hasta el día de su retiro definitivo.
Antes de convertirse en el mejor de los médicos forenses, Rivas Souza escaló algunos puestos públicos, y en donde posteriormente, fundó la especialidad de Médico Forense en la Escuela de Medicina. Al galeno nonagenario sentado en su casa particular ubicada por el rumbo de Bugambilias, en Zapopan, Jalisco, siempre le rodeaban libros y periódicos; pero, desde luego, sin faltar cerca de su persona, una tarjeta informativa donde estaban registradas las autopsias que supervisó entre 1953 y 2013 y que son más de 131 mil 974 necropsias.
Como un homenaje a su gran trayectoria, la Unidad de la Cruz Verde de Guadalajara lleva su nombre; además, recibió la distinción de Maestro Emérito de la Universidad de Guadalajara (U de G) y el grado de doctor honoris causa, en la misma Casa de Estudios.
Por cierto, en esta última ceremonia, se hizo un recuento de las veces en que Rivas Souza fue censurado, cuando se atrevió a contradecir la versión oficial sobre la muerte del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, que fue asesinado cobardemente el 24 de mayo de1993 en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional “Miguel Hidalgo” de la ciudad de Guadalajara, homicidio que nunca se esclareció con la verdad de estos hechos sangrientos, que enlutaron a la iglesia católica de esta capital.